Pues parece que en este 2011 el tiempo no está por la labor de acompañarnos para poder sacar las procesiones a la calle. De nuevo ayer, comenzó a llover a la crítica hora en la que Angustias y Soledad iba a poner en la calle la procesión del Dolor de Nuestra Madre. Cuando la Cruz de Guía y el estandarte de la cofradía estaban asomando en el dintel de la puerta, la tarde se torno gris y comenzó a llover como si le fuera la vida en ello. Se estuvo esperando un tiempo prudencial para ver como evolucionaba la tarde y finalmente se decidió suspender el cortejo procesional.
Triste decisión que les toca tomar a la junta de gobierno de las cofradías, difícil decisión pero acertada. No soy dudoso en cuanto a lo que opino al respecto. El patrimonio histórico-artístico-religioso esta por encima de las personas que en un momento dado formamos parte de la cofradía. La decisión fue acertada y siempre lo es si la intención es preservar aquello que no es nuestro.
Existen múltiples formas de honrar a nuestra “Madre o Padre”.
La de Ayer, acertada y bonita. Rezo del Angelus dirigido a las tres advocaciones Marianas puestas a hombros por los braceros y braceras. Toque de las Bandas participantes y posterior canto de la Salve.
Algunas lágrimas se escaparon, pero esperemos que el año que viene podamos sacar a nuestras Vírgenes.
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