16/4/09

MIERCOLES DE SILENCIO Y AMARGURA

Poco a poco vamos a ir completando el recorrido por nuestra Semana Santa. Sé que con retraso, pero vamos a narrar lo sucedido el Miércoles Santo. Desde hace años, un día grande dentro de nuestra Semana Santa.
El número de procesiones que este día salen a la calle es elevado y todas se concentran en la tarde y noche del Miércoles al Jueves. Los que suscriben no pueden asistir a todos los actos por coincidencia de horarios o por participación en otros.
Ya desde años, la procesión de la Virgen de la Amargura de la Real Cofradía de Minerva y Veracruz es uno de los actos centrales del día. El cortejo cuenta con la participación de siete pasos que habitualmente procesionan muy juntos. El Lignum Crucis, el Flagelado, La Humillación, La Salud, el Desenclavo, la Piedad de Olot y la titular de la procesión, la Virgen de la Amargura.
Ya a las siete de la tarde el patio de las Carbajalas y locales anexos (carpa en la Plaza del Grano) se encuentran llenos de papones negros con boca-manga de terciopelo morado. Poco a poco van llegando los braceros de los pasos. En esta procesión prácticamente no hay hermanos de fila. Encuentros como siempre, de año en año, pasada de listas: presente. Reparto de almohadillas. "Yo voy delante, tú detras". Plegaria conjunta para que la procesión vaya bien, toque de ronda y "hermanos a cubrirse". Este año, como novedad, se produjo el hermanamiento del paso Lignum Crucis con el GRS de la Guardia Civil.
Van saliendo los pasos poco a poco pero sin parada por la Plaza del Grano, como siempre repleta de gente. Toque del Himno Nacional y sale Nuestro Padre Jesús de la Salud, la escolta de la Policia Nacional y el teniente ordena ¡firmes!. Poco a poco vamos caminando al encuentro con el bullicio de la plaza de San Martín, de tacón bajamos por Plegarias y allí quedamos detenidos, cortados por la procesión de las chicas de Santa Marina. Fue poco tiempo, como mucho un cuarto de hora. Relanzamos la "carrera" como si de la fórmula uno se tratara y ya vamos por la plaza del Ayuntamiento, como con ganas de llegar a la calle Teatro y dar el giro que nos conducirá a la Rua, uno de los puntos más bonitos para ver la procesión. Esquina del Begoña, parroquianos en su interior, giro de casi 360º y vamos a encarar por Juan II, la Plaza del Grano que parece que nos espera como impaciente. Suena Nazareno y Gitano (versión un tanto extraña) y para adentro. Reparto de las escasas flores (la crisis llega hasta a las cofradías) y para casa.

Como pueden ustedes comprobar el que suscribe estaba dentro de la procesión por lo que no les voy a engañar contando lo que no vi pero sin duda alguna me gustaría haber visto. Van ya muchos años que un servidor no puede ver la procesión del silencio. Quizá sea la procesión más "leonesa" de las que quedan. Seriedad y devoción, sin estridencias ni alardes, sin brincos ni carreras, procesiona el cristo de Medinacelli.

Ya a las doce de la noche desde la parroquia de San Marcelo parte el Via Crucis de las Siete Palabras. Impresionante las carracas, los velones encendidos aunque toda esta magia rota por una megafonía muy defectuosa. El Cristo de los Balderas pujado a lo vivo impresiona a esas horas de la noche. Noche de silencio y respeto al paso del Via Crucis.




Ver la galería fotográfica de la procesión

FOTOGRAFÍAS: María Edén Fernández Suárez

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